¿QUÉ ES UN HORNO DE CONVECCIÓN?
Son hornos profesionales muy versátiles, los puedes utilizar para calentar, recalentar, hornear, cocinar y asar. Usan ventiladores internos para hacer circular el aire caliente de forma homogénea, cocinando así los alimentos más rápido que un horno tradicional, por ello, no se tiene que cambiar de posición las latas durante el proceso de cocción, ya que independientemente de la posición de las latas todos los productos tendrán una cocción uniforme.
Los hornos de convección también permiten recalentar alimentos preparados o semi preparados, sus funciones son capaces de mantener las características y propiedades originales de la comida, sin resecar y manteniendo una excelente textura.
Principales ventajas
Menor consumo de gas, los platos se preparan en muy poco tiempo y esto, por lo tanto, se traduce en un menor tiempo de encendido y consumo.
Cocinan de manera uniforme, debido a la cocción por convección no se tienen zonas dentro de la cámara con mayor o mejor flujo de aire caliente, evitando así tener productos con áreas poco cocinadas o en exceso quemadas.
Cocciones en menos tiempo, la función de ventilación del horno no solo puede acortar el tiempo de cocción de los alimentos, sino también hacer que la comida horneada retenga más humedad y la consistencia sea la mejor.
Vapor
Permite cocinar mediante vapor caliente alimentos que, originalmente, necesitan agua hirviendo, como arroz, huevos y verduras, o se prepararía al baño maría.
Aire caliente
El mayor beneficio de la función de aire caliente es poder preparar alimentos empanizados, gratinados y “fritos” sin el uso de aceite, lo que se traduce en alimentos más sanos, secos y crujientes.
Es adecuado para alimentos que requieren ser y permite hacer alimentos sin usar grasa, lo que reduce el consumo de aceite y hace que los alimentos sean más saludables. También se puede usar para la producción de pan, pero esto solo es posible si hay una función de inyección manual en el horno.
Mezcla de funciones
Da como resultado un producto húmedo por dentro y seco por fuera. Eso es lo que garantiza ese acabado muy crujiente y un producto con más peso y jugosidad. Es ideal para preparar carne de res, cerdo, pescado y pollo, ya que este método de preparación evita que las proteínas se resequen. Además, esta forma de cocción genera un ahorro de hasta un 20% en materia prima, puesto que no se reduce mucho el peso de la carne.
Pan francés, pan baguette, pan para hamburguesa, pan para hot-dog.
Pan dulce como semita y pan menudo, quesadillas, cupcakes, tortas para pastel.
Carnes blancas y carnes rojas.
Vegetales al vapor.